Si veces la vida para un soltero se pasa entre preguntas incómodas de cuando vas a tener enamord@ o que en algunas ocasiones nos hagan sentir que el mundo es solo para dos no es nada comparado con el 14 de Febrero que es el día en que gobierna la dictadura de los enamorados: Desde una semana antes te están preguntando con quien pasaras el 14 de Febrero y te tratan de arreglar una cita para esa fecha (como si en el año uno no tuviera suficiente citas desastrosas) y ni hablar de salir el 14 y ver que la ciudad se ha convertido en la ciudad que describía Aristófanes en “El Banquete” de Platón en la que los seres vivían siendo dos en un solo cuerpo (de aquí nace la idea de la media naranja) o recibir publicidades y promociones de viajes para ti y tu pareja o sea básicamente el 14 de Febrero si no tienes pareja no existes.
Algún defensor del romanticismo y San Valentín podrá espetar que también es el día de la amistad y es cierto, también lo es. De seguro cuando comercializaron la fecha en algún momento añadieron lo “el día del amor y la amistad” para tener más personas a quién vender tarjetas y chocolates pero con el tiempo lo de la amistad fue quedando sólo de título, tanto así que una compañía cervecera creo el día del amigo el primer Sábado de Julio para que los amigos valoren la amistad emborrachándose tomando la cerveza de la compañía que creó el día del amigo, claro
y aunque la fiesta de San Valentín fue removida del calendario eclesiástico desde 1969 por su presunto origen legendario aún seguimos celebrando la fiesta y los seguiremos haciendo pues ya hace mucho tiempo dejó de ser una festividad religiosa y cumple una función dentro de nuestro sistema en la que los consumidores materializan valores como el amor o el cariño a través de comprar objetos y los productores chiflan con las ganancias
así que tenemos San Valentín para rato y a la minoría a la que no nos gusta tendremos que chantárnosla, porque nada se puede hacer contra la mayoría, y aunque bien siempre podemos reventar cohetes mientras todos los enamorados se besuquean en el parque del amor o fingir un ataque de epilepsia en un restaurante mientras los demás están en una cena romántica podemos usar ese día para quedarnos en nuestras casas a ver películas,leer un libro,pasar tiempo con los amigos o jugar con nuestra mascota hasta que pase todo el alboroto y el mundo vuelva a ser el mismo lugar en el que la gente demuestre su hastío sin reparos hasta que llegue cualquier otra fiesta comercial que pretenda uniformarnos con la felicidad falaz que vende como San Valentín, el día del amigo o navidad .
